Presentacíón Libro "RRHH Y GLOBALIZACIÓN: Desafios para las Multinacionales en el próximo quinquenio"

El pasado miércoles 3 asistí a la Presentación del citado libro, escrito por 24 Directores de Recursos Humanos, en colaboración con el Instituto Cuatrecasas en un acto patrocinado por la AEDRH

(http://www.aedrh.org/noticias/162/Presentacion-del-Libro-RRHH-Y-GLOBALIZACION-Desafios-para-las-Multinacionales-en-el-proximo-quinquenio).

Confieso que acudí algo escéptico  al evento:  es altamente recurrente el torrente de lugares comunes al definir los retos del quinquenio, los desafíos de un decenio, los objetivos del siglo o las metas del próximo Milenio. Muchas palabras se repiten y pocos hechos se emiten.

Sin embargo, los ponentes contribuyeron a deshacer el maleficio:

Pablo Pastor (Cuatrecasas) realizó una buena introducción al libro.

Juan Ignacio Apoita (BBVA) dio una visión muy pragmática de la escasez de Talento derivada de la dramática situación demográfica europea (que toma tintes de tragedia en España) y habló de la importancia de una propuesta atractiva de proyecto empresarial para empleados y candidatos.

Bernardo Quinn (Telefónica) describió muy gráficamente la irrupción amable e inevitable de la tecnología y de la coexistencia de generaciones que usan con ella de tal modo que afecta a su concepción vital (muy interesante la disparidad de necesidad de feedback entre generaciones que sólo lo han vivido anualmente y generaciones que lo esperan de modo inmediato con cada foto de Instagram), así como del cambio de modelo organizativo en nuestras organizaciones.

Alfonso Callejo (Acciona) sembró el tono amable y  provocativo que maneja tan admirablemente y se preguntó qué perfil deberá tener el Director de Recursos Humanos del futuro...pero no recogieron el guante los organizadores y no hubo debate.

Finalmente, Salvador del Rey (Cuatrecasas) realizó una magnífica descripción del conflicto entre la realidad y la jurisprudencia laboral que altera nuestra actualidad empresarial. Me asombra ver cómo coinciden los académicos en la doctrina laboral en sus diagnósticos y cómo discrepan en conjunto de los jueces que la aplican. Parecen haber estudiado en las mismas facultades, pero haber bebido algo diferente en los bares de las mismas.

No estuvo mal. Para algunas de nuestras principales multinacionales, esos retos forman parte de sus planes de acción y sus Responsables de Recursos Humanos son gente brillante y pragmática que lo está haciendo muy bien.

Pero me quedé con una pregunta: un nuevo léxico se impone y fue utilizado por nuestros colegas. Se dice "millenials" a los nacidos después del año 2000. "Employement deal" y "branding" reemplazan al prestigio de una organización. "Espacio colaborativo" es el trabajo en equipo de casi siempre. Me gustaría haberles preguntado a todos ellos por qué seguimos empeñados en denominar "Recursos Humanos" a una función ligada con la clave del éxito y no sólo con los medios de los que nos valemos para alcanzarlo..

Modificamos el lenguaje para describir nuevas realidades, haciendo gala de esa función tan humana de dominar la realidad con la palabra. Pero, en el fondo, nos pegamos un tiro en el pie al continuar hablando de las personas como "Recursos" definiendo que su contribución y su Talento serán la clave de nuestro futuro, en un mundo en el que el dinero o la tecnología son sólo medios. Me gustaría preguntarles qué tal se sentirían si nos rebautizáramos (o reinventáramos, para colegas más laicos) como "Dirección de Colaboradores", "Dirección de Clientes Internos", "Servicio de Talento Colaborativo" o -incluso- "Responsabilidad Individual Corporativa"... por ser algo barroco y cursi.

Pero no hubo debate y pasamos a un riquísimo piscolabis.