CAPÍTULO II: "Que trata de la primera salida que de su tierra hizo don Quejote y de cómo hizo original entrada en el establecimiento donde sería armado Caballero Navegante"
Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efeto su pensamiento, apretándole a ello la tara que él pensaba que causaba en el mundo su tardanza, según eran los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, abusos que remediar y deudas que satisfacer.
Y
así, aprovechando el descuido de un fin de semana más estirado de lo habitual
y haciendo el mejor uso de una
descomunal Operación Salida que partía de la populosa urbe, hizo acopio de sus
mejores artilugios de conexión sin maromas –a la también que dan en llamar
inalámbrica- no sin dejar de revisar con mimo y escrúpulo el conjunto de todas
ellas.
Cargólas
en el mochilón con orden y concierto, descendió con brío renovado las
escalinatas de su refugio –cuidándose muy mucho de alterar el sueño de sus
compañeros con ruidos innecesarios y alarmantes- y se acomodó en Bocinante, no
sin antes retirar de su vítreo frontal espesas capas de follaje y detritus
inidentificable que el devenir de los días y el exceso de abandono por las
largas jornadas previas de meditaciones y desvaríos, habían hecho crecer en el
mismo.